Conocer la cultura alemana para aprender su idioma
No hay mejor manera para dominar un idioma que ser un habitante más de la zona donde se habla. Entrar en su cultura, su estilo de vida, en la mente de un nativo. Una vez hayamos logrado dominar estos aspectos, hablar su lenguaje será pan comido. A través de estas líneas, serás capaz de conocer la cultura Alemana.
Incluso si no tienes intención en aprender su idioma, no te arrepentirás de aprender un poco más sobre este país. Después de todo, ha sido tan importante durante tanto tiempo que hablar sobre su historia es casi que hablar sobre la historia Europea.
Comenzando a conocer la cultura alemana
Como con cualquier civilización, conocer la cultura Alemana es toda una travesía. Desde su vestimenta hasta sus tradiciones, hay todo un manantial de información que nos adentrarán en su mundo.
La población de esta nación es de unos 80 millones, de los cuales 11 millones son extranjeros. Más allá de sus fronteras, existen alrededor de unos 115 millones de personas que están aprendiendo el idioma.
No hay mejor regalo que el tiempo
Los alemanes no son muy fanáticos de los obsequios. Si estás acostumbrado a utilizarlos como un medio para agradar a los demás o quedar bien ante otros, ni se te ocurra hacerlo con un Alemán. Algunas de las situaciones donde está bien visto otorgar un regalo son:
- Es el cumpleaños de la persona.
- Se trata de alguien muy cercano a ti.
- Fechas festivas como Navidad.
Incluso en estos casos, trata de no hacer algo muy exagerado. Un regalo simple y sencillo, pero de buena calidad será suficiente. Dulces, un buen vino, cosas por el estilo.
Si tu objetivo es ser bien recibido en tu nuevo empleo, la mejor manera será hacer bien tu trabajo. Ser responsable, puntual, y trabajador no solo te conseguirá puntos con tus jefes, sino también con los demás empleados.
Una bandera que no despierta orgullo
Conocer la cultura Alemana implica saber tanto los buenos aspectos como los malos, algo de lo que los nativos son muy conscientes. En fechas patrióticas o eventos deportivos es normal ver la bandera de tu país, e incluso emocionarte por ello. Este no es el caso para los Alemanes.
De hecho, antes del mundial de futbol del 2006 que se celebró en Alemania, era muy raro ver una bandera en las calles. Debido a su historia, la mayoría de las personas no se sienten orgullosas de las cosas que representan al país, en especial una bandera.
La planificación es clave
Otra parte muy interesante de conocer la cultura alemana es lo organizados que son. Los alemanes no son para nada fanáticos de las sorpresas o los eventos inesperados, les encanta llevar una planificación de todo. Su día, su semana, su mes e incluso su año, ya tienen todo preparado con anticipación.
Por esta razón es muy difícil, por no decir imposible, concretar una salida de amigos o una reunión para el mismo día. Como si se tratara de un restaurante elegante, debes tener una reservación para esta clase de situaciones. Por otra parte, este estilo de vida tiene sus beneficios.
Como les gusta tener todo controlado, ponen un esfuerzo extra en todo lo que fabrican y así evitar sorpresas. Los productos Alemanes son conocidos por ser de la más alta calidad.
Pan en cada esquina
Para conocer la cultura Alemana, tienes que aprender a amar el pan. Se prepara de mil y una maneras distintas, es el ingrediente principal y el núcleo de la cocina Alemana. Mientras que en los países latinos tenemos cosas como la merienda para comer dulces o cafés, en Alemania tienen el “Abendbrot”, que significa “pan de la tarde.”
La mayoría de las cocinas utilizan una gran variedad de especias y sabores para darle su toque a la comida. En cambio, los Alemanes parecen hacer lo contrario: les gusta lo simple y sencillo, muchas veces frío.
Les gusta ir directo al grano
Algo que puede resultar extraño incluso para los latinos al conocer la cultura Alemana, es lo directos que son. Especialmente en un nivel institucional, no les gusta andarse con rodeos. Los correos no suelen venir con un “buenos días”, ni con un saludo, solo pasan directo al grano. Y con las conversaciones igualmente.
Si te llega a pasar, no sientas como que es personal, así son todos y es normal. Tampoco es que sean unos adictos al trabajo, solo les gusta mantener el orden. Si llegas a mencionar un tema que no estaba pautado para una junta, probablemente te ignoren. Así todo estará listo a tiempo y nadie tendrá que trabajar horas extra.
De manera similar, tampoco son muy fanáticos de las charlas de pasillo. Las nuevas generaciones han ido cambiando esto poco a poco, pero no es así para las personas mayores. Es casi que un tabú preguntar “qué tal estuvo su fin de semana” al volver un lunes a la oficina.
El trabajo no lo es todo
Lo dijimos más arriba y es bueno recalcarlo: los Alemanes no son unos adictos al trabajo. De hecho, es uno de los países con el menor promedio de horas laborales a la semana, unas 34. A esto se le suma el que no se suele trabajar los domingos, y esto es algo que ya viene decretado por ley.
Conocer la cultura Alemana significa acostumbrarse a hacer tus compras de la casa los sábados, puesto que el domingo será imposible. Hay algunas excepciones a la regla como farmacias, gasolineras o supermercados especiales, pero prácticamente todos los comercios estarán cerrados un domingo.
En algunos casos, el gobierno permite que los negocios abran los domingos para generar más ganancias. Aun así, no suelen ser más de 4 al año y solo en un horario entre 1 y 6 pm.
No les incomoda la desnudez
No, esto no significa que vas a encontrar las calles repletas de Alemanes desnudos, eso podría ser ilegal. Lo que si verás es que en los lugares donde tiene su lógica, a nadie le incomoda la desnudez:
- Las regaderas en las piscinas o gimnasios.
- La playa.
- Saunas públicos.
Es por un tema de higiene donde estar vestido resulta hasta más incómodo. No sexualizan la desnudez, pero tampoco le huyen y la aceptan en donde es razonable. Por eso tampoco resulta incómodo o raro ver a algunas personas tomando baños de sol desnudos en su balcón, o a una madre amamantando en público.
Nunca faltará la cerveza
No muchas personas lo saben, sin embargo, el hogar original del Oktoberfest es Alemania. Y por si acaso es la primera vez que ves ese nombre, se trata de un festival donde el protagonista es la cerveza. Cada año se rompen récords en cuanto a la cantidad de cerveza ingerida junto con el número de asistentes al festival.
Suele realizarse entre septiembre y octubre, y dura casi 3 semanas. Esta celebración se ha vuelto tan impactante culturalmente a nivel global que cada región tiene su propio Oktoberfest. Aun así, no hay mejor manera de conocer la cultura Alemana que a través del original. Si planeas un viaje a esta nación, asegúrate que sea cercano a fecha en que se realiza.